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¿Qué es el eccema?

El eccema es una afección cutánea muy común. No es una afección única, sino una agrupación de varios tipos de afecciones cutáneas, y no todas ellas están relacionadas entre sí.

¿Es común el eccema?

El eccema es una afección cutánea que afecta a 31,6 millones de personas en los Estados Unidos. La dermatitis atópica es la forma más común del eccema; 16,5 millones de adultos y 9,6 millones de niños menores de 18 años tienen dermatitis atópica. En el caso de los niños, 3,2 millones presentan síntomas de moderados a graves. El eccema suele desarrollarse en la primera infancia, y aparece en los primeros 6 meses o en los primeros 5 años.

Infografía del ciclo de picazón y rascado que mantiene el eccema

¿Qué causa el eccema?

Se desconoce la causa del eccema, pero los médicos creen que está relacionado con la genética, un sistema inmunitario sensible a alérgenos y agentes irritantes y una barrera cutánea defectuosa que permite la pérdida de humedad y la invasión de alérgenos y bacterias. Aproximadamente el 70 % de las personas con eccema tienen antecedentes familiares de la afección.

La exposición a alérgenos y agentes irritantes inicia una reacción en cadena en el organismo. Las células inmunitarias liberan histaminas, citocinas y otras sustancias químicas para deshacerse de los agentes irritantes. La inflamación provocada causa una picazón constante en la piel.

Rascarse demasiado puede provocar una infección si se rompe la superficie de la piel. Las señales de una infección incluyen piel amarillenta y con costras (a menudo por encima del eccema), bultos rojos e hinchados y ampollas llenas de pus.

Es posible que algunas personas con eccema carezcan de un tipo específico de proteína, llamada filagrina, en la piel. Esta proteína sirve de barrera protectora frente a alérgenos, agentes irritantes e infecciones. Cuando falta filagrina, se debilita la función de barrera de la piel. Algunas personas con eccema también tienen niveles elevados de inmunoglobulina E, o IgE, que son anticuerpos producidos por el sistema inmunitario que provocan los síntomas de la alergia.

Información sobre la dermatitis atópica

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Médico con guantes blancos de seguridad que sostiene una lupa. Examina a la paciente para saber qué tipo de eccema tiene.

¿Cuáles son los distintos tipos de eccema?

Existen siete tipos diferentes de eccema. Cada tipo tiene sus propios factores desencadenantes y causas. Las opciones de tratamiento pueden variar en función del tipo de eccema que tenga una persona. Estos son los diferentes tipos de eccema.

1. Dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una afección inflamatoria crónica de la piel. Es el tipo más común de eccema. Es frecuente ver que se usa indistintamente dermatitis atópica y eccema, aunque solo se trate de un tipo de eccema. Afecta a 16,5 millones de adultos y a 9,6 millones de niños. La dermatitis atópica tiene un componente genético, ya que suele ser hereditaria.

En la dermatitis atópica, el sistema inmunitario se activa con facilidad y es sensible a alérgenos y agentes irritantes. Muchas personas con dermatitis atópica también tienen una mutación en el gen de la filagrina, que les genera una barrera cutánea comprometida. Esta alteración, junto con la inflamación que puede dañar la piel, permite que se escape la humedad y que entren alérgenos y bacterias.

Los síntomas pueden aparecer y desaparecer. Son los siguientes:

  • manchas rojas que causan picazón en la piel clara; manchas de color marrón oscuro, morado o gris ceniza en la piel oscura
  • piel escamosa y seca
  • áreas de engrosamiento de la piel
  • úlceras abiertas, purulentas y con costras

Las personas con dermatitis atópica suelen tener también otras afecciones alérgicas, como asma o rinitis alérgica.

2. Eccema dishidrótico

El eccema dishidrótico es otra forma común de eccema. Provoca la formación de pequeñas ampollas llenas de líquido que causan picazón en las manos y los pies como resultado de una respuesta alérgica. Suele ser hereditario. El eccema dishidrótico se observa en personas con otros tipos de eccema y es más común en mujeres que en hombres. Aparece con poca frecuencia en niños menores de 10 años.

3. Dermatitis de contacto

A diferencia de muchos otros tipos de eccema, la dermatitis de contacto no es hereditaria. En la dermatitis de contacto, la piel se irrita cuando entra en contacto con un alérgeno o agente irritante.

Existen dos subtipos de dermatitis de contacto: alérgica o irritante.

  • La dermatitis de contacto irritante es el tipo más común de dermatitis de contacto. La piel se daña debido al contacto con un agente irritante, como un producto de limpieza (detergente, jabón), maquillaje o ciertos metales. También puede producirse por el roce de la piel con ropa áspera.
  • La dermatitis de contacto irritante es el tipo más común de dermatitis de contacto. La piel se daña debido al contacto con un agente irritante, como un producto de limpieza (detergente, jabón), maquillaje o ciertos metales. También puede producirse por el roce de la piel con ropa áspera.

 

4. Neurodermatitis

La neurodermatitis afecta aproximadamente al 12 % de la población estadounidense. Si bien la dermatitis atópica tiende a extenderse por todo el cuerpo, la neurodermatitis suele limitarse a una o dos áreas de la piel. Las áreas afectadas más comunes son los brazos, los hombros, los codos, las piernas, los tobillos, las muñecas, las manos, la nuca o el cuero cabelludo. Estas áreas de la piel pueden estar secas, gruesas, escamosas, coriáceas o de distintos colores. Causan mucha picazón.

La neurodermatitis es más común en mujeres que en hombres. Muchas personas afirman que la picazón empeora cuando intentan relajarse, como a la hora de dormir, o durante períodos de mucho estrés.

5. Eccema numular

Las personas con eccema numular presentan manchas en la piel en forma de moneda que causan picazón y pueden supurar. Estas áreas suelen aparecer en brazos, piernas, manos o torso. Causan picazón y ardor, y puede salir líquido y formar costras en la piel. La afección es más común en hombres que en mujeres. Puede observarse independientemente de otros tipos de eccema o al mismo tiempo.

6. Dermatitis seborreica

La dermatitis seborreica es una afección cutánea más común en el cuero cabelludo. También se produce en otras áreas con mucha actividad de las glándulas sebáceas. La dermatitis seborreica se caracteriza por la presencia de manchas rojas, escamosas y oleosas que causan picazón y que producen descamación. Se conoce comúnmente como caspa en adultos y adolescentes o costra láctea en bebés.

Aproximadamente el 11 % de la población estadounidense tiene dermatitis seborreica. Es común en personas con ciertas afecciones médicas, como el linfoma de Hodgkin en adultos, el VIH, el síndrome de Down y la enfermedad de Parkinson.

7. Dermatitis por estasis

La dermatitis por estasis se produce en personas con circulación deficiente (insuficiencia venosa) en la parte inferior de las piernas. Es más común en adultos mayores y mujeres. Entre los factores de riesgo comunes de circulación deficiente se incluyen las várices, la presión arterial alta, la obesidad y la insuficiencia cardíaca.

Las personas con dermatitis por estasis suelen presentar hinchazón en los tobillos y manchas de color marrón anaranjado. También puede provocar cambios en el color de la piel, picazón, descamación y piel seca.

Por lo tanto, el eccema es una enfermedad versátil. Cada tipo tiene causas y manifestaciones diferentes. Es importante trabajar con un alergista o dermatólogo (médico especialista en la piel) para su tratamiento. Según el tipo de eccema que tenga, es posible que también deba colaborar con otros especialistas que traten las afecciones que posiblemente contribuyan al eccema.

Gráfico que muestra las áreas comunes afectadas por el eccema

¿Cuáles son los síntomas comunes del eccema?

El eccema puede aparecer y desaparecer, pero aunque la piel parezca limpia, puede haber inflamación debajo de la superficie de la piel, a punto de producir un brote.

Entre los signos y síntomas más comunes del eccema se incluyen los siguientes:

  • picazón
  • descamación
  • agrietamiento
  • hinchazón
  • piel abierta purulenta
  • costras
  • piel seca
  • piel sensible

El eccema suele aparecer en las siguientes partes del cuerpo:

  • la cara
  • el cuello
  • las manos
  • las muñecas
  • los codos
  • las rodillas
  • los tobillos
  • los pies

 

¿Cuáles son los distintos tipos de cambios cutáneos asociados al eccema?

Si abriera un libro de texto de dermatología, se encontraría desbordado por los términos que se usan para describir las afecciones cutáneas y sus manifestaciones. Si bien es posible que las personas con eccema no necesiten conocer todos los distintos términos que se usan para describir esta enfermedad, puede ser útil entender algunos de los más comunes. Estos términos describen las anomalías o lesiones cutáneas asociadas al eccema. 

  • Atrofia: adelgazamiento de las capas superiores de la piel (o dermis). Este adelgazamiento vuelve la piel más frágil y propensa al desgarro. La atrofia es más común con la edad, pero también puede ser consecuencia del uso de medicamentos esteroideos tópicos.
  • Eritema: tradicionalmente denominado enrojecimiento de la piel. Sin embargo, en las personas con una pigmentación cutánea más oscura, los síntomas pueden ser menos evidentes. Puede haber áreas de piel más oscura, gris ceniza o morada.
  • Acentuación folicular: inflamación de los folículos pilosos. Puede presentarse como un sarpullido con aspecto de piel de gallina.
  • Hiperpigmentación: manchas de la piel de color más oscuro que la piel circundante.  
  • Hipopigmentación: manchas de la piel de color más claro que la piel circundante.  
  • Liquenificación: engrosamiento de las manchas de la piel causado por el rascado crónico. La piel liquenificada puede aparecer enrojecida o más oscura que la piel circundante.
  • Estrías: comúnmente denominadas “marcas de estiramiento”. Pueden presentarse como estrías dentadas o estrías de piel más oscura o de diferente color. Las estrías también pueden producirse por el uso de medicamentos esteroideos tópicos.
  • Telangiectasia: vasos sanguíneos dilatados o rotos en la superficie de la piel.  
  • Xerosis: piel excesivamente seca. Puede provocar picazón, descamación o agrietamiento de la piel.

 

¿Qué provoca el eccema?

Una parte importante del plan de tratamiento del eccema consiste en prevenir la exposición a alérgenos y agentes irritantes que producen los problemas cutáneos. Lo primero es lo primero. Se debe identificar qué desencadena los síntomas del eccema.

6 desencadenantes comunes del eczema: Piel seca, Alergias a los alimentos, Alergias ambientales, Alergias de contacto, Irritantes de la piel, Calor

Los factores desencadenantes y los síntomas del eccema son diferentes en cada persona

Lo que dificulta identificarlos es que a veces puede producirse un brote horas después de la exposición inicial. Algunas personas pueden experimentar síntomas en determinadas áreas del cuerpo o solo en determinadas épocas del año.

Evitar los factores desencadenantes es esencial para controlar el eccema, pero dado que el eccema es una afección sistémica, es importante recordar que no es una cura. La siguiente es una lista de los factores desencadenantes más comunes del eccema.

Alergias de contacto

Por lo general, el eccema se produce por algo con lo que una persona está en contacto con regularidad. Podría ser una joya que contiene níquel, caucho o sustancias químicas que se usan en cosméticos, desinfectantes y productos para la piel.

Un alergista puede realizar una prueba del parche para identificar los alérgenos específicos que causan el problema.

Estos son otros posibles alérgenos cutáneos:

  • Ungüentos antibacterianos como la neomicina y la bacitracina.
  • Formaldehído, que se encuentra en algunos productos de limpieza del hogar.

Piel seca

La sequedad de la piel puede provocar síntomas de eccema. Algunas personas tienen una afección genética asociada a una proteína de la piel llamada filagrina que hace que la piel pierda humedad y permite que los alérgenos y las bacterias penetren con mayor facilidad.

La mejor forma de prevenir un brote de eccema es mantener la piel bien humectada. Investigaciones recientes sugieren que humectar la piel del bebé desde el nacimiento puede ayudar a prevenir el desarrollo de eccema.

Primer plano de un ácaro del polvo

Ácaros del polvo

Estos diminutos insectos viven en colchones, almohadas, muebles tapizados, en cualquier lugar donde puedan encontrar humedad junto con su alimento favorito, que son restos muy pequeños de piel humana desprendida.

Los pacientes con eccema pueden ser alérgicos a los ácaros del polvo. Los alérgenos de sus excrementos y cadáveres se acumulan en la ropa de cama, los muebles y el polvo doméstico, e irritan la piel, las vías respiratorias y los ojos al entrar en contacto con ellos.

Cuando el eccema ya está en fase de brote, los alérgenos de los ácaros del polvo pueden agravar el problema. Cubra las almohadas y el colchón de su cama con fundas antialérgicas para poner una barrera entre usted y los ácaros del polvo. Lave la ropa de cama todas las semanas y aspire alfombras, suelos y muebles con una aspiradora HEPA.

Alergias ambientales

Las personas con eccema pueden tener síntomas tras la exposición a cierto polen de gramíneas, árboles o ambrosía o al moho de espacios interiores o exteriores.

Lo ideal es tratar los síntomas derivados de los alérgenos ambientales con una humectación intensa, junto con antihistamínicos y corticosteroides tópicos si es necesario.

La punción cutánea o los análisis de sangre para detectar alergias ambientales ayudarán a identificar los alérgenos específicos que deben evitarse.

Algunos pacientes pueden obtener buen resultado de la inmunoterapia con alérgenos (inyecciones o comprimidos antialérgicos), que consiste en administrar al paciente una cantidad de un alérgeno que se aumenta gradualmente para generar tolerancia y reducir los síntomas.

Alergias alimentarias

Los alérgenos alimentarios pueden influir en la aparición de los síntomas del eccema, especialmente en bebés y niños pequeños. Entre el 35 y el 60 por ciento de los niños pequeños con eccema de moderado a grave tienen también alergias alimentarias.

Se cree que la ruptura de la barrera cutánea contribuye a una respuesta alérgica cuando se consume un alérgeno alimentario.

Entre los niños menores de 2 años, el eccema suele estar relacionado con la alergia a la leche o al huevo, pero puede aparecer con cualquier alimento. Otros alérgenos alimentarios comunes son el maní, los frutos secos, el pescado, los mariscos, la soja y el trigo.

Consulte a un alergista certificado por la Junta Médica para obtener un diagnóstico y luego, elabore un plan para evitar el alérgeno alimentario. Los pacientes alérgicos a los alimentos también tienen riesgo de anafilaxia, una reacción alérgica grave. Lleve siempre dos autoinyectores de epinefrina, el tratamiento para la anafilaxia, si tiene una alergia alimentaria grave.

Foto de un bebé con eccema en el tobillo

Alergias a las mascotas

La caspa (células muertas de la piel), la saliva o la orina de las mascotas son proteínas normalmente inofensivas, pero en el caso de las personas con eccema pueden provocar síntomas cutáneos que derivan en problemas respiratorios. La exposición temprana a la caspa de las mascotas puede contribuir al desarrollo de eccema en niños propensos a tener esta afección.

Encontrar un nuevo hogar para la mascota peluda es la forma más eficaz de reducir los niveles de alérgenos de las mascotas en el hogar. Sin embargo, si esto no es posible, bañe a su mascota al menos una vez a la semana y establezca zonas donde no pueda estar la mascota, incluido el dormitorio.

Hormonas

En las mujeres, las fluctuaciones hormonales pueden provocar o empeorar los síntomas del eccema. Los cambios hormonales se producen justo antes y durante la menstruación, durante el embarazo, después del embarazo o durante la transición a la menopausia.

Temperaturas exteriores

El calor es un factor desencadenante común del eccema, ya sea porque reseca la piel o porque provoca sudoración. En especial, el sudor puede acumularse en las axilas o en la parte interna del codo, y provocar irritaciones cutáneas.

Mientras tanto, en los meses de invierno, la humedad que aporta el aire disminuye, lo que provoca sequedad en la piel. Además, si la temperatura sube o baja de manera repentina, puede generar un brote de eccema.

Las siguientes son estrategias para mantenerse cómodo en climas calurosos y fríos:

Clima caluroso

  • Use ropa adecuada: ropa liviana y transpirable en verano.
  • Evite salir durante las horas de más calor del día, normalmente entre las 10:00 a. m. y las 3:00 p. m. Si sale, lleve una toalla pequeña para secarse el exceso de sudor.
  • Manténgase hidratado para humectar desde el interior.

Clima frío

  • Use guantes en invierno (ya que las manos son especialmente sensibles y suelen estar expuestas al frío).
  • Considere la posibilidad de utilizar un humidificador para humedecer el aire interior.

Agentes irritantes cutáneos

Si bien no son verdaderos alérgenos, algunos jabones, champús, detergentes, fragancias y prendas de lana o sintéticas pueden irritar considerablemente la piel sensible.

La ropa pesada o ajustada que raspa la piel también puede provocar síntomas. Use productos suaves y no irritantes, y no los cambie.

La ropa de fibras naturales, como el algodón o la seda, suele ser más cómoda. Una vez que un área se irrita, puede tardar mucho tiempo en estabilizarse.

Estrés

Un aumento del estrés podría provocar un brote de eccema o empeorar uno existente. Algunos pacientes pueden rascarse con más frecuencia cuando se sienten presionados. Controlar el estrés de forma eficaz puede reducir los brotes.

Las estrategias de afrontamiento como la meditación o el yoga, el ejercicio regular, dormir lo suficiente y relacionarse con la familia y los amigos son excelentes formas de olvidarse de las preocupaciones.

Humo del tabaco

El humo del cigarrillo, incluido el tabaquismo pasivo, puede irritar la piel, además de los pulmones y los ojos. Establezca una política de no fumar tanto dentro como fuera de su casa; fumar es un problema de salud importante para todas las personas.

Infecciones víricas y bacterianas

El resfrío común puede provocar un brote de eccema. Además, el virus del herpes, que puede causar herpes labial dentro y alrededor de la boca, puede provocar brotes, incluida una infección posiblemente grave que puede extender el herpes labial a otras áreas del cuerpo.

La exposición a bacterias puede provocar la secreción de toxinas nocivas en la piel, lo que provoca una reacción inmunitaria y causa inflamación cutánea. Una de las bacterias más comunes es el Staphylococcus aureus, que no solo puede empeorar el eccema, sino también enlentecer la recuperación de la piel.

¿Cómo se diagnostica el eccema?

Los pacientes pueden someterse a pruebas para averiguar qué alérgenos y agentes irritantes empeoran sus síntomas. Saber qué factor provoca su eccema le permite estar un paso más cerca de reducir los síntomas, ya sea evitándolos o recibiendo medicamentos u otros tratamientos.

Pruebas de punción cutánea

Se colocan gotitas de presuntos alérgenos sobre o debajo de la superficie de la piel. La formación de bultos (del tamaño aproximado de una picadura de mosquito) indica claramente una alergia a la sustancia. Los alergistas suelen usar las pruebas de punción cutánea por su precisión, facilidad de uso y resultados inmediatos. Los resultados suelen obtenerse en 20 minutos.

Análisis de sangre

Después de que se extrae una muestra de sangre, se analiza para detectar anticuerpos inmunoglobulina E (IgE) dirigidos a alérgenos específicos. Las pruebas pueden medir los niveles específicos o generales de la IgE. Algunas también pueden dividir los alérgenos comunes y medir la IgE frente a componentes específicos. Los resultados del laboratorio pueden tardar varios días. Consulte con su médico para asegurarse de que el análisis de sangre se interprete correctamente. El eccema suele provocar niveles muy elevados de IgE y puede dar resultados erróneamente elevados.

Prueba del parche

En la espalda del paciente se colocan cámaras que contienen sustancias químicas de posibles factores desencadenantes en esparadrapos. Al cabo de 2 o 3 días, el médico retira los parches y se evalúa la piel para detectar las reacciones. Si aparecen síntomas, se confirma la alergia. La prueba del parche se suele usar para las alergias de contacto a fragancias, detergentes, metales y otras sustancias químicas.

Prueba oral de provocación alimentaria

Si se cree que es una alergia alimentaria la que provoca los síntomas, es posible que el médico desee realizar una prueba oral de provocación alimentaria. En esta prueba, el paciente deberá ingerir una pequeña cantidad de un presunto alérgeno, y luego cantidades paulatinamente mayores, para determinar si se produce una reacción alérgica. Esta prueba solo debe realizarla un médico y en un centro médico que tenga acceso a epinefrina y otros tratamientos de urgencia.

Foto de un médico recibiendo a una paciente joven para un examen

Otras pruebas útiles para diagnosticar el eccema

Hisopados bucales

Los hisopados bucales, o hisopados de mejilla, se usan para detectar mutaciones en el gen de la filagrina, la proteína que ayuda a proteger al organismo de los alérgenos y las bacterias; la falta de filagrina debilita la barrera cutánea, lo que provoca eccema.

Biopsia de piel

Una biopsia de piel, en la que se extrae un trozo de piel y se analiza con microscopio, puede descartar otras enfermedades cutáneas, como el cáncer de piel o la psoriasis.

Una vez realizadas las pruebas, el médico reunirá toda la evidencia, como los resultados de las pruebas, los antecedentes médicos personales y familiares, el examen físico, los entornos domésticos y laborales, y las actividades que puedan exponerlo a alérgenos, para llegar a un diagnóstico.

¿Qué otras afecciones se parecen al eccema?

Otra dificultad del diagnóstico del eccema es que existen otras afecciones cutáneas que pueden parecer eccema o tener síntomas similares a los de esta enfermedad. Como consecuencia, las personas pueden experimentar síntomas y no recibir el tratamiento adecuado debido a un diagnóstico incorrecto o tardío.

Estas afecciones cutáneas pueden ser las siguientes: 

  • psoriasis
  • sarna
  • alergias
  • urticaria
  • tiña
  • acné
  • linfoma cutáneo de células-t
  • enfermedad de Netherton
  • angioedema hereditario
  • urticaria idiopática crónica

 

Muchas de estas afecciones pueden tener un aspecto similar al eccema o incluso confundirse con esta enfermedad.

Por eso es muy importante colaborar con un alergista o un dermatólogo para su diagnóstico y tratamiento.

Foto de las manos de un hombre. Se está poniendo crema con esteroides para tratar el eccema en el dorso de la mano.

¿Qué tratamientos se utilizan para el eccema?

El diagnóstico y el tratamiento tempranos son esenciales para evitar complicaciones cutáneas y mejorar la calidad de vida.

Los siguientes son posibles tratamientos:

  • humectantes
  • medicamentos
  • terapia con vendajes húmedos
  • fototerapia

 

¿Cómo puedo afrontar las dificultades del eccema?

Si tiene eccema, debe saber que puede afectar en gran medida su calidad de vida y bienestar. La picazón, el rascado, la pérdida de sueño y otros síntomas afectan ampliamente la vida cotidiana. También puede afectar emocionalmente tanto al paciente como a su familia. Si bien no existe cura, ahora se dispone de mejores tratamientos que pueden ayudar a controlar el eccema.

Además de los tratamientos, controlar el ciclo de picazón-rascado es lo mejor que se puede hacer para afrontar el eccema y reducir los síntomas. Además, procure cuidarse bien y buscar el apoyo que necesita y merece para sobrellevar esta compleja afección.

Revisado por:

El Dr. Weily Soong es alergista e inmunólogo certificado por la Junta Médica y director médico de Allervie Health (antes, Centro de Alergia y Asma de Alabama). El Dr. Soong también es director médico de la Asociación de Investigación Clínica de Alabama.

La Dra. Luz Fonacier es profesora de Medicina en la Escuela de Medicina de Long Island de la Universidad de Nueva York y es jefa del Departamento de Alergia y directora del Programa de capacitación en alergia e inmunología en el Hospital Winthrop de la Universidad de Nueva York. Entre 2020 y 2021, ocupó el cargo de presidenta del Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI), y se consolidó como la cuarta mujer y la primera estadounidense de origen asiático en desempeñar esa función.