Control del asma en la escuela: una guía para las escuelas

Las escuelas brindan servicios que les permiten a los estudiantes participar plenamente en su programa educativo. Las escuelas siguen las pautas del proveedor de atención médica de cada estudiante. Se brinda atención médica para controlar los síntomas del asma, dar respuesta ante episodios de asma y ayudar al estudiante a participar en las actividades físicas.

Los estudiantes no pueden dejar el asma en su casa, lo traen a la escuela. La escuela debe estar al tanto de los desencadenantes de asma de cada estudiante, a fin de ayudarlo a prevenir los ataques de asma. Cuando el asma está bajo control, los estudiantes pueden participar en el aula, así como en los deportes y las actividades físicas.

Una escuela amigable con respecto al asma aborda las necesidades físicas, sociales y ambientales de los estudiantes que sufren esta afección. Su objetivo es proporcionar un entorno escolar saludable. El programa “Asthma-Friendly Schools” (Escuelas amigables para los estudiantes asmáticos) de la Asociación estadounidense de salud pulmonar ofrece un conjunto de herramientas para brindar pautas a las escuelas.

El personal de enfermería escolar evalúa la respiración y los síntomas respiratorios, a fin de determinar el estado de salud de un estudiante que tiene asma. El profesional planifica la atención de los estudiantes de la siguiente manera:

• Elabora un plan de atención médica individualizada o un plan de atención de emergencia.
• Les enseña a los estudiantes a aprender a controlar por sí mismos su afección.

Los docentes deben conocer cuáles son los desencadenantes del asma de cada estudiante y esforzarse por reducir los factores conocidos, en el entorno del aula. El docente puede desarrollar una relación de confianza y ayudar al estudiante a sentirse cómodo, para que pueda expresar cuándo advierte que tiene síntomas de asma. El docente puede tratar la afección de salud del estudiante con confidencialidad y fomentar que participe plenamente en el programa educativo de la escuela.

El personal escolar puede tomar conocimiento de la necesidad de reducir los desencadenantes del asma en el entorno escolar. Puede crear un ambiente donde no se estigmatice al estudiante asmático y, al mismo tiempo, asegurarse de que pueda acceder plenamente a los medicamentos de rutina y de emergencia, según sea necesario.

Nunca se debe dejar solos a los estudiantes que sufren un ataque de asma en la escuela. Se debe contactar al personal de enfermería de la escuela lo antes posible, a fin de que realicen una evaluación de la salud. El inhalador de alburero es el tratamiento de primera línea para el alivio rápido del asma, que debe administrarse lo antes posible, de conformidad con los protocolos que establece el distrito escolar. Si los síntomas empeoran, se debe llamar al 911, para dar respuesta ante una emergencia respiratoria.

El caso de asma de cada estudiante es único y requiere intervenciones particulares, aunque hay algunas estrategias que son bastante universales. Para los estudiantes, suele ser beneficioso que las escuelas tomen las siguientes medidas:

• Identifiquen los desencadenantes del asma y los reduzcan todo lo posible en el entorno escolar.
• Desarrollen un sistema que incluya medicamentos de rutina y de emergencia.
• Desarrollen planes de atención por escrito, según sea necesario.
• Proporcionen información a los estudiantes, a las familias y al personal de la escuela.
• Procuren que el establecimiento sea un lugar seguro y de contención para los niños asmáticos.

Los docentes pueden ayudar a los estudiantes que tienen asma si fomentan un ambiente en el aula, en el cual se reduzcan o eliminen los desencadenantes de los estudiantes. Los docentes deben conocer los síntomas del asma, y estar listos y preparados, a fin de obtener atención médica para el estudiante cuando lo necesite. También pueden ayudar a los estudiantes asmáticos si fomentan comunidades escolares y aulas donde no haya intimidación y desmotivación.

La concientización y la educación van de la mano a la hora de crear ambientes seguros y de contención para los estudiantes que tienen asma. Cuando el asma está bajo control y se implementa la educación, los estudiantes pueden participar plenamente en el programa educativo, sin limitaciones en la actividad física.

La Agencia de protección ambiental (EPA) de Estados Unidos identifica los desencadenantes más comunes del asma en la escuela, por ejemplo:

• cucarachas y otras plagas
• moho por exceso de humedad en el edificio
• caspa de animales en el aula
• caspa de animales que se trae en la ropa, desde el hogar

Pueden evaluar la calidad del aire en interiores, como parte del programa para reducir los desencadenantes del asma en la escuela. Conocer los desencadenantes y eliminarlos del entorno escolar, en la medida de lo posible, puede mejorar la respiración del estudiante y posiblemente reducir la necesidad de medicamentos.

El humo de escape del autobús escolar libera pequeñas partículas en el aire, que pueden asentarse en el fondo de los pulmones. Estas partículas pueden contener contaminantes tóxicos que podrían irritar las vías respiratorias, y causar o empeorar los síntomas del asma.

Según los Centros para el control y la prevención de enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, el asma es la principal causa de ausentismo en la escuela. A veces, es difícil para los padres decidir cuándo sus hijos asmáticos deben quedarse en casa y faltar a la escuela. Allergy & Asthma Network desarrolló un recurso “Cuándo su hijo que tiene asma o alergias debe quedarse en casa y faltar a la escuela“, que puede ser útil.

Hay varios tipos de planes que se utilizan contra el asma en la escuela:

• Plan de acción contra el asma: describe la atención del asma, en función de los síntomas.

• Plan de atención médica individualizada: para estudiantes que requieren cuidados más complejos en la escuela; lo redacta el personal de enfermería escolar, como pautas para llevar a cabo la atención del personal de enfermería.

• Plan de atención de emergencia: para estudiantes en quienes el asma puede provocar una emergencia médica; se redacta en lenguaje no médico, como guía para los padres, los estudiantes y el personal escolar.

El proveedor de atención médica del estudiante debe completar el Plan de acción contra el asma. Se redacta sobre la base de una evaluación llevada a cabo por el proveedor y según sus indicaciones médicas.

Los Planes de acción contra el asma, por lo general, indican al niño y a su familia cuáles son los pasos a seguir, en función de los síntomas que presenten:

• Zona verde: cuidado diario, cuando los síntomas están bajo control
• Zona amarilla: medidas que se deben tomar cuando el estudiante comienza a experimentar un ataque de asma
• Zona roja: pasos que se deben seguir cuando el asma pasa a ser una emergencia