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¿Puede fumar si tiene asma?

Fumar no es saludable para nadie, pero es especialmente dañino para las personas con asma. De hecho, el humo de tabaco es uno de los factores desencadenantes más comunes del asma.

¿Fumar puede causar síntomas de asma?

Cuando se inhala, el humo de tabaco irrita las vías respiratorias y hace que los pulmones produzcan más mucosidad. También debilita las diminutas proyecciones similares a cabellos llamadas “cilios”, cuya función es eliminar la mucosidad y otros irritantes de las vías respiratorias. Por ende, cuando los cilios son débiles, la mucosidad y los irritantes se asientan en las vías respiratorias, lo que provoca síntomas de asma.

¿Qué es el humo de segunda mano?

El humo de segunda mano es el humo de tabaco que exhalan los fumadores o que se desprende al quemar tabaco, y que inhalan las personas cercanas. Esto ocurre cuando se está cerca de personas que fuman.

¿El humo de segunda mano puede causar síntomas de asma?

Inhalar el humo de segunda mano es tan dañino como fumar. Esto es particularmente cierto para los niños, cuyos pulmones y vías respiratorias aún están en desarrollo. Los niños son más vulnerables a padecer enfermedades respiratorias, como bronquitis y neumonía.

¿Cómo se puede evitar el humo de segunda mano?

  • No permita que otras personas fumen en su casa o automóvil.
  • Si se puede fumar en lugares públicos conforme a las reglamentaciones estatales, elija restaurantes donde esté prohibido fumar. (Las áreas para no fumadores no protegen del humo de segunda mano).
  • Inscriba a su hijo en una guardería o escuela donde no se permita fumar tabaco dentro del recinto escolar, y enséñele a mantenerse alejado del humo de segunda mano.

¿Cómo se pueden evitar los ataques de asma desencadenados por el humo?

La mejor manera de evitar los ataques de asma causados por el humo de tabaco es mantenerse alejado de todo lo que esté relacionado con este factor desencadenante.

  • Si tiene asma y fuma, deje de hacerlo.
  • Si tiene asma, evite la exposición al humo de segunda mano.

¿Fumar cigarrillos electrónicos es perjudicial para el asma?

Esta práctica consiste en inhalar y exhalar un vapor producido por cigarrillos electrónicos o un dispositivo similar. Los cigarrillos electrónicos son dispositivos sin humo que funcionan a pila. Se usan para administrar nicotina con saborizantes u otras sustancias químicas a los pulmones. A menudo, se venden con “sabores divertidos” que atraen a los adolescentes y jóvenes.

La mayoría de los dispositivos se parecen a los cigarrillos comunes. Otros se asemejan a bolígrafos, puntas de narguile, destornilladores o tarjetas de memoria, e incluyen cartuchos recargables. El líquido de los cartuchos se convierte en un vapor que se inhala hacia los pulmones.

Todos los productos que incluyan la palabra “cigarrillo” en su nombre deben ser una señal de alerta para cualquier persona con asma o alergias.

Un estudio reciente demostró que el uso prolongado de cigarrillos electrónicos aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias, incluidas asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y bronquitis crónica. Los datos mostraron que el riesgo de sufrir una enfermedad pulmonar o respiratoria estaba significativamente relacionado con el uso de cigarrillos electrónicos. Además, el riesgo era aún mayor en las personas que fumaban cigarrillos electrónicos y cigarrillos comunes.

Según la Academia Estadounidense de Pediatría, los adolescentes que usan cigarrillos electrónicos corren un mayor riesgo de comenzar a fumar cigarrillos tradicionales. Los cigarrillos electrónicos suelen comercializarse como una ayuda eficaz para dejar de fumar. Sin embargo, ni la ciencia ni la investigación respaldan estas afirmaciones.

¿Los cigarrillos electrónicos son dañinos para los pulmones?

Los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, una sustancia que actúa como estimulante. Es altamente adictiva y provoca cambios en la química cerebral. La nicotina se encuentra en los productos de tabaco, que incluyen los cigarrillos comunes y los cigarrillos electrónicos.

También se sabe que los cigarrillos electrónicos contienen glicerina, un aditivo que puede causar la irritación de las vías respiratorias. El agente propulsor de los cigarrillos electrónicos es una sustancia llamada “propilenglicol”. Cuando se calienta y vaporiza, produce óxido de propileno. Este es un posible agente cancerígeno, según la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.

En estudios recientes sobre los cigarrillos electrónicos, se encontraron agentes cancerígenos como el acetaldehído y el formaldehído. Se sabe que el formaldehído irrita los ojos y la garganta, y está asociado al desencadenamiento de los síntomas del asma.

Además, según varios estudios, los cigarrillos electrónicos producen contaminantes en el aire que se pueden inhalar de segunda mano.

¿Usar dispositivos JUUL afecta el asma?

Al igual que los cigarrillos electrónicos, muchos estudios muestran que los dispositivos JUUL son peligrosos. Pueden conducir a un mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias, como asma, EPOC y bronquitis crónica.

Los JUUL son similares a los cigarrillos electrónicos. Se ha informado que algunos estudiantes usan estos dispositivos en secreto en la escuela. El JUUL es popular porque tiene la forma de una memoria USB digital, y emite muy poco vapor y olor. Esto hace que sea difícil para los maestros controlar que los estudiantes no los usen.

¿Se puede mejorar el asma al dejar de fumar?

Las estadísticas son impactantes: según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE. UU., el 21 % de las personas asmáticas fuma cigarrillos, a pesar de que esta práctica constituye un factor desencadenante bien conocido del asma.

Además, el humo de segunda mano es especialmente peligroso para las personas con asma, sobre todo para los niños, cuyas vías respiratorias aún están en desarrollo. Por eso, son más propensos a sufrir bronquitis, neumonía e infecciones de oído.

Todos los días, más de 1300 estadounidenses mueren a causa del tabaquismo. Además de aumentar las probabilidades de padecer asma y de tener ataques de asma, también aumenta el riesgo de sufrir enfermedades pulmonares, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Dejar de fumar es la medida principal que puede tomar para mejorar el asma y su salud en general. Puede reducir significativamente el riesgo de que su hijo tenga un ataque de asma.

Los cigarrillos electrónicos se comercializan como una forma de dejar de fumar, pero no hay ninguna evidencia definitiva que respalde esta afirmación. De hecho, los cigarrillos electrónicos contienen sustancias que se han asociado a enfermedades respiratorias, así como también contaminantes que pueden ser inhalados de segunda mano y empeorar el asma.

Estos son algunos consejos útiles para comenzar a dejar de fumar:

Establezca una fecha para dejar de fumar.

No se trata de un día para reducir la cantidad de cigarrillos que fuma ni para pensar en dejar de fumar, sino que es la fecha en la que se convertirá en un no fumador. Establecer una fecha oportuna es importante: si es demasiado lejos en el futuro, tendrá más tiempo para pensar y cambiar de opinión; si es demasiado pronto, no tendrá tiempo para prepararse emocionalmente y hacer un plan. Muchos eligen un cumpleaños o algún otro día especial, pero cualquier fecha servirá. Una vez que elija un día, escríbalo en lugar visible como un recordatorio de su objetivo.

Dígales a su familia, amigos y compañeros de trabajo que dejará de fumar y pídales su apoyo.

Así, tendrá un grupo de personas que lo apoyarán. Además, al declarar públicamente lo que hará, será más difícil arrepentirse.

Anticipe los problemas y piense en cómo los abordará.

Considere las situaciones que cree que podrían ser las más problemáticas, especialmente aquellas que puede que lo hayan afectado durante intentos anteriores de dejar de fumar. Muchos fumadores tienen problemas cuando están cerca del alcohol o de otros fumadores, y durante actividades que les generan estrés. Trate de evitar estas situaciones y elabore un plan para enfrentarlas en caso de que sean inevitables.

Image of calendar with quit smoking date highlighted and a broken cigarette

Es probable que necesite desarrollar nuevas formas de lidiar con el estrés. Trate de planear una actividad agradable todos los días, como reunirse con un amigo para tomar un café. Manténgase bien hidratado: beba mucha agua como una técnica de distracción para aliviar las ganas de fumar.

Deseche todos los cigarrillos de su casa, lugar de trabajo y automóvil.

Esto incluye todos los productos relacionados con fumar.

Hable con el médico u otro profesional de atención médica sobre los tratamientos para dejar de fumar.

Un profesional de atención médica puede evaluar si necesita o no medicamentos para dejar de fumar, así como también brindarle toda su experiencia previa en materia de ayuda para abandonar este hábito. El médico puede proporcionarle apoyo y recursos, como asesoramiento individual, grupal o telefónico, si es necesario.

Los “Consejos útiles para comenzar a dejar de fumar” son cortesía de Pat Bass, MD, profesor adjunto de Medicina y Pediatría del Louisiana State University Health Science Center en Shreveport, Luisiana.