Cambios en el estilo de vida para controlar el asma

Dormir bien es importante para controlar las alergias y el asma

Dormir lo suficiente es clave para la salud en general, no solo para el control del asma o las alergias. Las personas que no duermen bien de forma regular tendrán dificultades para controlar el sistema inmunitario, que desempeña un papel muy importante en la salud de los pulmones.

“Cuando no duerme lo suficiente, es más probable que tenga asma o alergias descontroladas, así como también que contraiga infecciones o virus que pueden afectar los pulmones”, dice la Dr. Parikh, alergóloga certificada por la junta, de Allergy and Asthma Associates de Murray Hill, en la ciudad de Nueva York.

Los adultos deben intentar dormir ocho horas por noche, y se recomiendan más horas para los niños.

Si ronca fuerte, se despierta mucho por la noche o se levanta cansado en la mañana, considere consultar a un especialista para que le haga una prueba de apnea del sueño, un trastorno en el que la respiración se interrumpe de manera breve y repetida durante el sueño.

La actividad física puede ayudar con la inflamación de las vías respiratorias

Aunque se sabe que la actividad física desempeña un papel importante en el estado de salud general de una persona, el hecho de que puede ayudar a mantener bajo control la inflamación de las vías respiratorias es menos conocido.

Si el asma no está bien controlada, y presenta tos y sibilancias con frecuencia, el ejercicio puede ser riesgoso. Es importante obtener la autorización del médico antes de comenzar un régimen de ejercicios; de lo contrario, podría estar ejerciendo presión sobre los pulmones.

La alergóloga certificada por la junta Maeve O’Connor, MD, de Allergy, Asthma & Immunology Relief en Charlotte, Carolina del Norte, tiene una caminadora en su consultorio que usa para evaluar la preparación de los pacientes antes de comenzar un programa de ejercicios.

Alienta a los pacientes a probar actividades de bajo impacto, como caminar entre 10 y 15 minutos.

 

“No quiero que los pacientes traten de ir muy rápido desde el principio. Eso los prepara para el fracaso”, dice la Dra. O’Connor. “Las actividades lentas y de bajo impacto son las mejores maneras de comenzar.”

El entrenamiento de fuerza con pesas o bandas de resistencia ligeras puede ayudar a aumentar la resistencia sin afectar los pulmones. Incluso levantar alimentos enlatados en el camino a casa desde el supermercado puede ser un buen comienzo.

Aunque se sabe que la actividad física desempeña un papel importante en el estado de salud general de una persona, el hecho de que puede ayudar a mantener bajo control la inflamación de las vías respiratorias es menos conocido. Si el asma no está bien controlada, y presenta tos y sibilancias con frecuencia, el ejercicio puede ser riesgoso. Es importante obtener la autorización del médico antes de comenzar un régimen de ejercicios; de lo contrario, podría estar ejerciendo presión sobre los pulmones.

Beneficios:

• Mejora la función pulmonar.
• Reduce la inflamación de las vías respiratorias.
• Aumenta la resistencia y la energía.
• Mejora el sistema inmunitario, lo que reduce el riesgo de contraer infecciones respiratorias.
• Fortalece los músculos, lo que promueve el flujo de sangre a los pulmones y el corazón.
• Ayuda a mantener un peso corporal saludable.
• Reduce el estrés.

Si bien los estudios demuestran que el estrés empeora todas las afecciones médicas, es especialmente complicado en el caso de las enfermedades pulmonares y suele desencadenar un ciclo complejo de problemas respiratorios. Los síntomas pueden ser similares a los del asma y causar ataques.

Controlar el estrés y la ansiedad debe ser una prioridad. “La mente es muy poderosa, por lo que ciertas actividades, como la meditación o el yoga, pueden crear un efecto tranquilizador y ayudar inmensamente con la salud pulmonar”, dice la Dra. Parikh.

Las personas con asma y alergias que no reciben tratamiento para la depresión deben buscar ayuda profesional, ya que esta afección puede conducir al incumplimiento de su plan de tratamiento y al empeoramiento general de los síntomas.

Los niños se enfrentan a diferentes factores estresantes que los adultos, como la presión de los compañeros y las tareas escolares, pero también pueden beneficiarse de las medidas para reducir el estrés. Por ejemplo, anímelos a jugar al aire libre para que puedan liberar el estrés y la ansiedad en lugar de quedarse adentro jugando videojuegos.